miércoles, 29 de julio de 2009

Desde la ventana

Desde el Hospital Domínguez (Pontevedra) Habitación 107 (Vistas al gran patio)

Este verano esta confundido. En cierto modo nos favorece, no hace calor, llueve…
Mi madre ha sufrido un terrible accidente y estamos obligadas (tras una operación de cadera) a contemplar este tonto verano desde la ventana de un hospital.
El ventanal tiene vistas a un gran patio. Hoy llueve. El sonido de la lluvia nos relaja. Me asomo y veo los árboles, son árboles ya viejos y son muchos me parece contar más de 60 todo un bosque en un patio enorme. La lluvia los moja y ellos frenan la velocidad del agua que cae mansamente a sus pies. No se muy bien que tipo de árboles son, tienen grandes ramas llenas de hermosas hojas verde oscuro. Me gusta ver como el viento las mece y cuando esto sucede puede verse la otra cara de las hojas un verde claro y textura de piel de melocotón. Por las mañanas suelen venir las gaviotas, hacen toda clase de acrobacias aéreas sorteado los árboles con una habilidad extraordinaria, mientras emiten toda clase de sonidos, algunas se posan en lo alto orgullosas de sus majestuosos vuelos. En ocasiones puedo verlas codo con codo con los gorriones. Ellas tan grandes y ellos pequeños pero tan iguales, tan poderosos en el vuelo. Es magnifico contemplar estas aves, mar y tierra juntos dominando todo el espacio de este enorme patio.
Las gaviotas nunca se acercan a nuestra ventana, pero los gorriones si, ellos se hacen más familiares, además duermen en los viejos árboles y al atardecer los sientes parlotear, casi discutir unos con otros. Las gaviotas no. Las gaviotas, estoy segura que pasan la noche en el mar cerca de la desembocadura de los ríos, para beber un poco de agua dulce.
Lo mejor del patio sucede por la noche. Entre los gruesos troncos de los árboles, hay luces, unas son blancas y otras más amarillas. Esa luz proyecta la sombra de los troncos hasta el cielo haciéndolos gigantescos. Entonces descubres allá en lo alto, la luna, las estrellas y todo es tan hermoso que suelo quedarme un tiempo contemplándolo todo.

A.Cris

martes, 7 de julio de 2009

San Fermín

Oceano Atlántico desde Portocelo (Marín)


¿Por qué habrán hecho pájaros tan delicados y tan finos como estas golondrinas de mar cuando el océano es capaz de tanta crueldad? El mar es dulce y hermoso. Pero puede ser cruel, y se encoleriza tan súbitamente, y esos pájaros…
Ernest Hemingway (El viejo y el mar)

Paya de Portocelo (Marín)
Fotos realizadas por A.Cris