jueves, 22 de abril de 2010

Un barquito de cáscara de nuez en pictos.

Esta es la última entrada del blog de mi nieto Iago. Su mamá le adaptó la letra de esta canción en pictos. Me gustó tanto que quiero compartirla con todos vosotros.

Barquito Cascara de Nuez

miércoles, 21 de abril de 2010

Las camelias coloradas


Un caracol dormilón, soñaba y se le repetía siempre el mismo sueño. Se veía escalando una gran montaña rocosa y al llegar a la cima triunfador se convertía en un caracol gigante, luego respiraba profundamente y de su boca manaba un gran chorro de agua fresca y cristalina, entonces acudían todas las jarras del lugar para abastecerse de aquella agua… pero un día llegó una jarra con unas camelias coloradas y el caracol se enamoró perdidamente de aquellas flores . Embrujado por la magia de las camelias, ya nunca más pudo despertarse quedándose convertido en fuente para siempre.
As camelias coloradas
Un caracol durmiñón, soñaba e repetíaselle sempre o mesmo soño. Víase escalando unha gran montaña rochosa e ao chegar á cima triunfador convertíase nun caracol xigante, logo respiraba profundamente e da súa boca manaba un gran chorro de auga fresca e cristalina, entón acudían todas as xerras do lugar para abastecerse daquela auga... pero un día chegou unha xerra cunhas camelias coloradas e o caracol namorouse perdidamente daquelas flores.
Embruxado pola maxia das camelias, xa nunca máis puido espertarse quedándose convertido en fonte para sempre.

Foto realizada por A.Cris
Cuentos de camelias y otros relatos creados por A.Cris

viernes, 16 de abril de 2010

Paleta de colores, un punto de vista

Ayer teníamos este impresionante atardecer desde la playa de Portocelo (Marín), al fondo de la ría el Océano Atlántico y las islas Ons y Onza


En las cuatro fotografías de la entrad anterior aparece la misma camelia en ellas solo cambia el punto de vista. Para mí la primera fotografía como tal me gusta mucho, la cuerda tiene la mayor representación, el hierro y la flor dan fuerza y suavidad al conjunto (esto quizás lo diría un sesudo experto) ahora mi punto de vista; criticándome a mi misma (una foto de calendario no por ello mala) la segunda como foto de camelias es par mí la que más me gusta me deja ver la camelia un tanto difuminada por esa luz indirecta para mostrar esa hoja perfecta con sus magníficos bordes aserrados. La tercera una foto normal con una coqueta transparencia en las hojas. La cuarta, nada especial excepto el fondo una paleta de colores que siempre que la veo no dudo en hacer.
Y así podíamos seguir buscando muchos más puntos de vista de hecho de esa camelia ese día hice montones de fotos. Quiero decir con esto que no siempre todo es desechable, todo tiene su punto de vista, si vierais las fotos del famoso fotógrafo os asombraríais… por eso me sigo preguntando ¿Quién tiene la razón? ¡El punto de vista! Seguramente sea eso pero yo aprecio mucho para ciertas fotos el sentido común y el buen gusto sin renunciar para ello a la vena artística.
Besos para todos
A.Cris

miércoles, 14 de abril de 2010

¿Una buena? ¿Una mala?


¿Esta es buena?

Respuesta para un amigo acuarelista

Y un punto para su amigo el fotógrafo

Amigo acuarelista, yo soy una simple aficionada a la fotografía y en especial ya lo sabes de las camelias.
En el mes de Marzo pasado un colectivo de artistas de mucho nombre y prestigio expusieron su trabajo sobre las camelias y entre ellos había un fotógrafo muy, muy famoso.
Te digo esto para que no te fíes de lo que te dicen, también estoy segura que tú sabes muy bien lo que haces… te sigo contando, el famoso fotógrafo tenia expuestas dos fotografías que como esas yo borre muchas de mi archivo porque no me parecían buenas, más bien pensaba que eran malas. ¿Quién tiene razón? ¿Esta es buena? ¿Esta es mala?
Quiero decir con esto que cada uno tiene su mirada especial por eso existe la critica que tiene otros puntos de vista y eso es bueno.
Un saludo
Abuela Cris

¿Esta es mala?


¿Esta es buena?



¿Esta es mala?


Camelia japónica
Fotos realizadas por A.Cris

viernes, 9 de abril de 2010

El saco de plástico azul


Sentí el calor de su mano y un ligero estremecimiento. Apilados en un extremo del
Supermercado cerca de la corriente que producía la puerta del almacén nuestra temperatura no era tan calida como la de ella.
Sin apenas darme cuenta ya estaba en otras manos, que pasaba mi código de barras por un lector produciendo ese famoso sonido que tantas veces oía desde mi estantería.
Buenos días Cris -dijo la cajera-
Hola ¿Cuánto te debo?
2 euros con 59 céntimos
Pagó el importe y por fin salimos. Yo era el primero del rollo de sacos de plástico azul, de la mano de Cris sin bolsa y sin envoltorio podía verlo todo, debía ser una hora punta pues por la calle la gente iba y venía y los coches circulaban sin cesar, apurábamos el paso y luego de una buena caminata por aquella calle llena de bullicio Cris hizo un giro que convirtió su trayectoria en forma de ele y continuo su marcha por un camino en cuesta, ni muy ancho, ni muy estrecho, lo suficiente para las personas pero no acto para los coches.
El cambio es brutal pero magnifico, en apenas cien metros que nos separan de la calle principal llegamos a una zona llena de vegetación, abundan los árboles y el sonido de los coches es ahora remplazado por el de los pájaros. Por fin llegamos a un pequeño portal, el sonido de la llave al abrir produjo un chasquido alegre que alerta y hace que acudan unos bichos que nunca he visto algo peludos de color arena y chocolate con unos ojos tan azules como yo y a los que Cris saluda
¡Hola michis!
Al poco otro bicho más grande y también de color arena llega corriendo y haciendo ruidos estridentes algo así como
¡Guao! ¡Guao!
Me fijo y este parece que no tiene ojos es tan peludo que casi no puede ver, pero tiene un nombre ella le llama “Lucas”.
Todos juntos continuamos hasta que llegamos a una especie de gran patio que da entrada a la casa y que divide la huerta. Allí puedo ver y me sorprende un viejo manzano que tiene ojos nariz y boca, nada más llegar Cris rompe la cinta que nos envuelve tira del rollo de sacos de plástico azul y me separa de mis compañeros.
Mientras espero impaciente cual puede ser mi destino puedo ver como mis compañeros son colocados en una estantería del garaje, desde allí me conduce al asador y al pasar por delante del manzano este me hace un guiño.
Por un momento me deja tirado sobre unos troncos, mientras limpia una cocinilla de verano, regresa y con mano segura comienza a manipularme , ya veo que soy el saco de plástico azul que protegerá la cocinilla de verano de las inclemencias del invierno. Estoy colocado en un buen sitio desde donde puedo ver el patio y a mis compañeros en la estantería del garaje. Me espera todo un duro invierno intentare entablar alguna conversación con el manzano para hacerlo más llevadero.
Hoy es uno de esos días de invierno con encanto y a pesar del frío, la lluvia, y el viento los claros y treguas emiten unos cambios de luz que permiten a Cris hacer fotos al abrigo del porche me gusta ver como fotografía la camelia con la lluvia, tiene colocada la flor sobre las ramas desnudas de una magnolia stellata, yo estoy justo en frente y juraría que me esta enfocando, deben ser figuraciones mías ¿que puede pintar un saco de plástico azul en medio de una sesión fotográfica? Ya me gustaría ver las fotos y comprobarlo.




O saco de plástico azul

Sentín a calor da súa man e un lixeiro estremecemento. Apilados nun extremo do Supermercado preto da corrente que producía a porta do almacén a nosa temperatura non era tan calida como a dela.
Sen apenas darme conta xa estaba noutras mans, que pasaba o meu código de barras por un lector producindo ese famoso son que tantas veces oía desde o meu andel.
Bos días Cris -dixo a caixeira-
Ola Canto che debo?
2 euros con 59 céntimos
Pagou o importe e por fin saímos. Eu era o primeiro do rolo de sacos de plástico azul, da man de Cris sen bolsa e sen envoltorio podía velo todo, debía ser unha hora punta pois pola rúa a xente ía e viña e os coches circulaban sen cesar, apurabamos o paso e logo dunha boa camiñada por aquela rúa chea de bulicio Cris fixo un xiro que converteu a súa traxectoria en forma de ele e continuou a súa marcha por un camiño en costa, nin moi ancho, nin moi estreito, o suficiente para as persoas pero non acto para os coches.
O cambio é brutal pero magnifico, en apenas cen metros que nos separan da rúa principal chegamos a unha zona chea de vexetación, abundan as árbores e o son dos coches é agora remplazado polo dos paxaros. Por fin chegamos a un pequeno portal, o son da chave ao abrir produciu un chasquido alegre que alerta e fai que acudan uns bichos que nunca vin algo peludos de cor area e chocolate cuns ollos tan azuis como eu e aos que Cris saúda
¡Ola michis!
Ao pouco outro bicho máis grande e tamén de cor area chega correndo e facendo ruídos estridentes algo así como
¡Guao! ¡Guao!
Fíxome e este parece que non ten ollos é tan peludo que case non pode ver, pero ten un nome ela chámalle “Lucas”.
Todos xuntos continuamos ata que chegamos a unha especie de gran patio que dá entrada á casa e que divide a horta. Alí podo ver e sorpréndeme unha vella manzeira que ten ollos nariz e boca nada máis chegar, Cris rompe a cinta que nos envolve tira do rolo de sacos de plástico azul e sepárame dos meus compañeiros. Mentres espero impaciente cal pode ser o meu destino podo ver como os meus compañeiros son colocados nun andel do garaxe, desde alí condúceme ao asador e ao pasar por diante da manzeira esta faime unha chiscadela. Por un momento déixame tirado sobre uns troncos, mentres limpa unha cocinilla de verán, regresa e con man segura comeza a manipularme , xa vexo que son o saco de plástico azul que protexerá a cocinilla de verán das inclemencias do inverno.
Estou colocado nun bo sitio desde onde podo ver o patio e aos meus compañeiros no andel do garaxe. Espérame todo un duro inverno intentarei establecer algunha conversación coa manzeira para facelo máis levadío.
Hoxe é un deses días de inverno con encanto e a pesar do frío, a choiva, e o vento os claros e treguas emiten uns cambios de luz que permiten a Cris facer fotos ao abrigo do soportal gústame ver como fotografa a camelia coa choiva, ten colocada a flor sobre as ramas espidas dunha magnolia stellata, eu estou xusto en fronte e xuraría que me esta enfocando, deben ser figuracións miñas que pode pintar un saco de plástico azul no medio dunha sesión fotográfica? Xa me gustaría ver as fotos e comprobalo.
Firmado. Un saco de plástico azul
Cuentos de camelias y otros relatos creados por A.Cris

lunes, 5 de abril de 2010

Para IAGO

Yo Quiero
A Alguien con AUTISMO

Si yo tuviera las cualidades de un ilustrador de cuentos dibujaría a IAGO como un niño que va volando en un globo por todo el mundo, porque solo IAGO es capaz de ver todo sin perderse nada como si estuviese volando por encima de nuestras cabezas y puede ver y ve muchas cosas que a nosotros se nos pasan desapercibidas.
Abuela Cris