Según mis últimos contactos con el archivo de las que corresponden a Marín, tengo conocimiento de la última, tan fascinante y misteriosa como todas. Quiero contaros esta leyenda del “maio del Grupo Escolar” (O faro) en los dos idiomas, el nuestro tan querido y en el de todos, tan nuestro.
Cuenta la leyenda, que todos los primero de Mayo el Océano Atlántico subía el nivel de sus aguas por la ría. Lo hacía tan despacito que nadie se daba cuenta de lo alto que suele estar el mar ese día en Marín.
Y es que el mar, tan rico en peces, corales y tesoros, poderoso señor de las galernas, temido y adorado por los marineros, dueño de todas las islas y los faros...Era incapaz de tener flores para hacer un mayo.
En ese día las olas que son las madres del mar, rompían con fuerza para coger altura turnándose unas a otras en los acantilados de Telmo donde mora el faro de la isla de Tambo. Así con cada impulso podían ver las flores que adornaban los mayos y escuchar los cantos de los niños.
Cada año las olas sentían más afición por los mayos tanto que decidieron sea como sea hacerse con uno, pero... ¿cómo podrían participar y formar parte de un mayo? Tendrían que reunirse en el fondo del mar con las sirenas. Sí, quizás ellas...
Lo cierto es que al principio de curso, este año entre otros niños llegó al grupo escolar uno que se llamaba Mar. Mar no parecía distinto a los demás llegaba a clase puntualmente y seguía las clases con normalidad, pero en el recreo, nunca jugaba con los otros niños y niñas.
En ese día las olas que son las madres del mar, rompían con fuerza para coger altura turnándose unas a otras en los acantilados de Telmo donde mora el faro de la isla de Tambo. Así con cada impulso podían ver las flores que adornaban los mayos y escuchar los cantos de los niños.
Cada año las olas sentían más afición por los mayos tanto que decidieron sea como sea hacerse con uno, pero... ¿cómo podrían participar y formar parte de un mayo? Tendrían que reunirse en el fondo del mar con las sirenas. Sí, quizás ellas...
Lo cierto es que al principio de curso, este año entre otros niños llegó al grupo escolar uno que se llamaba Mar. Mar no parecía distinto a los demás llegaba a clase puntualmente y seguía las clases con normalidad, pero en el recreo, nunca jugaba con los otros niños y niñas.
Él se sentaba en su rincón preferido y con sus lápices de colores dibujaba sin parar.
Los profesores extrañados por su actitud decidieron ver que era lo que dibujaba.
El cuaderno estaba repleto de dibujos, siempre el mismo una y otra vez, como quien hace un plano y otro y otro, allí estaban todos los detalles de un mayo, un mayo coronado por el faro de la isla de Tambo, las flores adornando los acantilados del faro las nubes, las gaviotas, el mar, los pescadores en sus barcas, y una vez más las flores Marín y el mar.
Nadie dudó lo más mínimo, este año harían el mayo con el faro. El mayo de de Mar.
Ese día Mar con sus compañeros cantaron muy fuerte al mayo...
Somos nenos pequerrechos/ non podemos traballar /enton pr’a facer o maio /tivéronos que axudar.
Somos nenos pequerrechos/ non podemos traballar /enton pr’a facer o maio /tivéronos que axudar.
Somos nenos do Grupo /non debedes de olvidar /que este é o colexio /mais antigo do lugar.
…Y el Océano Atlántico, como siempre en este día estaba más alto que nunca, mientras las olas rompían su espuma en los acantilados de Telmo.
El maio de Mar
Un relato creado por abuela Cris para el colegio donde aprendí a leer y a escribir,un colegio que en su día supo dar cariño a mi nieto Iago un niño con autismo que ahora tiene 11 años y que nunca olvidó su colegio. Durante ese tiempo, sé que profesores y alumnos hicieron que todo fuera más fácil para él.
Maio, O faro. Grupo Escolar, Marin que recibiu o premio á interpretación. Desde aquí quero felicitar a todos os nenos e nenas do Grupo Escolar por crear este magnifico maio, aos profesores e aos seus pais.
Conta a lenda, que todos os primeiro de Maio o Océano Atlántico Subía o nivel das súas augas pola ría. Facíao tan amodiño que ninguén se daba conta do alto que adoita estar o mar ese día en Marín.
E é que o mar, tan rico en peixes, corais e tesouros, poderoso señor das galernas, temido e adorado polos mariñeiros, dono de todas as illas e os faros... Era incapaz de ter flores para facer un maio.
Nese día as ondas que son as nais do mar, rompían con forza para coller altura turnándose unhas a outras nos cantiis de Telmo onde mora o faro da illa de Tambo. Así con cada impulso podían ver as flores que adornaban os maios e escoitar os cantos dos nenos.
Nese día as ondas que son as nais do mar, rompían con forza para coller altura turnándose unhas a outras nos cantiis de Telmo onde mora o faro da illa de Tambo. Así con cada impulso podían ver as flores que adornaban os maios e escoitar os cantos dos nenos.
Cada ano as ondas sentían máis afección polos maios tanta, que decidiron sexa como sexa facerse cun, pero... como poderían participar e formar parte dun maio? Terían que reunirse no fondo do mar coas sirenas. Si, quizais elas...
O certo é que ao principio de curso, este ano entre outros nenos chegou ao Grupo Escolar un que se chamaba Mar. Mar non parecía distinto aos demais chegaba a clase puntualmente e seguía as clases con normalidade, pero no recreo, nunca xogaba cos outros nenos e nenas.
El sentaba no seu recuncho preferido e cos seus lapis de cores debuxaba sen parar.
El sentaba no seu recuncho preferido e cos seus lapis de cores debuxaba sen parar.
Os profesores estrañados pola súa actitude decidiron ver que era o que debuxaba.
O caderno estaba repleto de debuxos, sempre o mesmo unha e outra vez, como quen fai un plano e outro e outro, alí estaban todos os detalles dun maio, un maio coroado polo faro da illa de Tambo, as flores adornando os cantiis do faro, as nubes, as gaivotas, o mar, os pescadores nas súas barcas, e unha vez máis as flores Marín e o mar. Ninguén dubidou o máis mínimo, este ano farían o maio co faro. O maio de Mar.
Ese día Mar cos seus compañeiros cantaron moi forte ao maio...
Somos nenos pequerrechos / non podemos traballar /enton pr'a facer ou maio /tivéronos que axudar
somos nenos do Grupo /non debedes de esquecer /que este é ou colexio /mais antigo do lugar.
E o Océano Atlántico, como sempre nese día estaba máis alto que nunca, mentres as ondas rompían a súa espuma nos cantiis de Telmo.
1 comentario:
Muchas gracias, abuela Cris por regalarnos un relato tan bonito. Es una satisfacción después del trabajo tan grande que pasamos no sólo en la construcción del mayo sino también en los ensayos con niños tan pequeños, tan difíciles de centrar.
Muchísimas gracias.
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