Este verano esta confundido. En cierto modo nos favorece, no hace calor, llueve…
Mi madre ha sufrido un terrible accidente y estamos obligadas (tras una operación de cadera) a contemplar este tonto verano desde la ventana de un hospital.
El ventanal tiene vistas a un gran patio. Hoy llueve. El sonido de la lluvia nos relaja. Me asomo y veo los árboles, son árboles ya viejos y son muchos me parece contar más de 60 todo un bosque en un patio enorme. La lluvia los moja y ellos frenan la velocidad del agua que cae mansamente a sus pies. No se muy bien que tipo de árboles son, tienen grandes ramas llenas de hermosas hojas verde oscuro. Me gusta ver como el viento las mece y cuando esto sucede puede verse la otra cara de las hojas un verde claro y textura de piel de melocotón. Por las mañanas suelen venir las gaviotas, hacen toda clase de acrobacias aéreas sorteado los árboles con una habilidad extraordinaria, mientras emiten toda clase de sonidos, algunas se posan en lo alto orgullosas de sus majestuosos vuelos. En ocasiones puedo verlas codo con codo con los gorriones. Ellas tan grandes y ellos pequeños pero tan iguales, tan poderosos en el vuelo. Es magnifico contemplar estas aves, mar y tierra juntos dominando todo el espacio de este enorme patio.
Las gaviotas nunca se acercan a nuestra ventana, pero los gorriones si, ellos se hacen más familiares, además duermen en los viejos árboles y al atardecer los sientes parlotear, casi discutir unos con otros. Las gaviotas no. Las gaviotas, estoy segura que pasan la noche en el mar cerca de la desembocadura de los ríos, para beber un poco de agua dulce.
Lo mejor del patio sucede por la noche. Entre los gruesos troncos de los árboles, hay luces, unas son blancas y otras más amarillas. Esa luz proyecta la sombra de los troncos hasta el cielo haciéndolos gigantescos. Entonces descubres allá en lo alto, la luna, las estrellas y todo es tan hermoso que suelo quedarme un tiempo contemplándolo todo.
Mi madre ha sufrido un terrible accidente y estamos obligadas (tras una operación de cadera) a contemplar este tonto verano desde la ventana de un hospital.
El ventanal tiene vistas a un gran patio. Hoy llueve. El sonido de la lluvia nos relaja. Me asomo y veo los árboles, son árboles ya viejos y son muchos me parece contar más de 60 todo un bosque en un patio enorme. La lluvia los moja y ellos frenan la velocidad del agua que cae mansamente a sus pies. No se muy bien que tipo de árboles son, tienen grandes ramas llenas de hermosas hojas verde oscuro. Me gusta ver como el viento las mece y cuando esto sucede puede verse la otra cara de las hojas un verde claro y textura de piel de melocotón. Por las mañanas suelen venir las gaviotas, hacen toda clase de acrobacias aéreas sorteado los árboles con una habilidad extraordinaria, mientras emiten toda clase de sonidos, algunas se posan en lo alto orgullosas de sus majestuosos vuelos. En ocasiones puedo verlas codo con codo con los gorriones. Ellas tan grandes y ellos pequeños pero tan iguales, tan poderosos en el vuelo. Es magnifico contemplar estas aves, mar y tierra juntos dominando todo el espacio de este enorme patio.
Las gaviotas nunca se acercan a nuestra ventana, pero los gorriones si, ellos se hacen más familiares, además duermen en los viejos árboles y al atardecer los sientes parlotear, casi discutir unos con otros. Las gaviotas no. Las gaviotas, estoy segura que pasan la noche en el mar cerca de la desembocadura de los ríos, para beber un poco de agua dulce.
Lo mejor del patio sucede por la noche. Entre los gruesos troncos de los árboles, hay luces, unas son blancas y otras más amarillas. Esa luz proyecta la sombra de los troncos hasta el cielo haciéndolos gigantescos. Entonces descubres allá en lo alto, la luna, las estrellas y todo es tan hermoso que suelo quedarme un tiempo contemplándolo todo.
A.Cris
8 comentarios:
De primeiro, desexarvos que se recupere pronto.
Comtemplar as paisaxes e o que acontece arredor, fixarse en cousas que normalmente pasan desapercibidas sempre é relaxante. Ponse a mente a traballar, supoñendo cousas que nunca se nos ocurrirían. A mágoa é qu sexa por ese motivo.
Unha aperta
Ya estamos en casa. Puedo ver los árboles de verdad ya no tengo que imaginarlos. Ahora intentare ponerme al día poco a poco. Tengo mucho tiempo pero lo estoy dedicando todo a ella, camina con la ayuda de un andador y necesita ayuda para todo. Aun tiene golpes por todo el cuerpo. Sufrió una caída desde el primer piso hasta el suelo, en la escalera exterior, 18 escalones de piedra, no se mato de milagro.
A.Cris
Ánimo con esa recuperación.
Gustoume a imaxe das árbores no patio do hospital. Aínda lembro os bambús do hospital da última vez que estiven no hospital. Son imaxes que serven de consolo, pouco, pero consolo á fin.
Desexóvos con todas as miñas forzas o mellor e unha pronta recuperación.
Moitos bicos!!!
Vaya, siento el accidente de tu madre, espero se recupere pronto aunque esas lesiones son algo fastidiosas. Veo, no obstante, que sacas el lado bueno hasta de tu estancia en el hospital pués nos describes lo que ves como si pudiéramos verlo nosotros también. Un beso y que sea lo más leve posible.
El tiempo que se pasa en un hospital se hace eterno, allí una hora parecen tres y las noches… bueno, con todo aun se le puede sacar algo de provecho. Pude leer cinco libros, escribir algo y hasta hacer fotos y lo más importante, con la ayuda de las enfermeras se aprende muchas cosas que ahora en casa son muy útiles para cuidar a mi madre. Gracias a todos por los ánimos y ya procurare ponerme al día aprovechando alguna que otra siesta de la protagonista.
A.Cris
Ola! desexo que a túa nai mellore axiña.
Coma sempre ti es tan poética...
Unha aperta.
Antón.
mami, no había leído esto, qué humor!!! jajajaja
Publicar un comentario