El padre de Cris me compro en una feria y me planto, muy cerca de la casa, con el tiempo desarrollé dos potentes brazos con frondoso ramaje que en su tiempo cubría de manzanas doradas, de un riquísimo sabor agridulce… la familia y yo crecíamos juntos y Cris un día dejo de molestarme y en su lugar aparecieron dos pequeñajas que se encargaban de hacerme cosquillas para que al reírme dejara caer mis manzanas. Fue por aquella época cuando Cris planto sus primeras camelias y lo hizo poco a poco rodeando la casa, como protegiéndola.
Un día una galerna, en una oscura tarde tormentosa derribo uno de mis brazos y Toño me curo la gran herida que me produjo el desgarro, aun así, ahora sigo fuerte y vigoroso, cubriendo mi único brazo de manzanas doradas, tan ricas que hasta Runa, una de las perritas de la casa deja su pelota para jugar con una manzana que luego saborea hasta comérsela toda.
Mi posición en un nivel más alto, me permite ver todo cuanto sucede en la casa y ahora a Cris dos pequeñajos que no paran de hacerme cosquillas, la llaman abuela, no es que seamos unos ancianos pero después de mas de cincuenta años ya apuntamos maneras.
Una tarde apacible y soleada, Cris y Toño recogían mis manzanas, cuando… alguien llegó con un paquete, venia de un país muy lejano llamado “Carolina del Norte” El paquete cuidadosamente envuelto, hizo sentir una curiosidad, alegre y nerviosa al matrimonio, tras quitar el primer envoltorio hizo aparición una caja, que por si misma no permitía adivinar su contenido. Con decisión Cris la abrió…el contenido resulto sorprendente, cuidadosamente colocados y formando la figura, aparecieron, "los ojos la nariz y la boca de un árbol". Durante un tiempo quedaron sin palabras y solo reaccionaron cuando yo deje caer una manzana justo dentro de la caja, entonces Cris y Toño cruzaron sus miradas y sin mediar palabra se dirigieron hacia mi y me colocaron los ojos, la nariz y la boca. El resultado fue magnifico y a primera vista nadie aprecio ningún cambio.
Satisfechos con el regalo, siguieron la tarea. De pronto yo pude ver con mucha más claridad, incluso oler el aroma de mis manzanas… y entonces probé y dije - ¡hola! soy el manzano ¿parece que os gustan mucho mis manzanas?-Cris creyendo que era una broma del marido, respondió- si muchísimo- y a ti ¿que te gusta de nosotros? -a mi me gustan las flores de las camelias que rodean la casa- Cris se acerco a la camelia más próxima, cogió una, y me la coloco en el primer hueco que encontró.Luego siguió con la tarea como si nada.
Toño que me había visto y oído hablar, se quedo mudo de la impresión y no pudo decir ni palabra, entonces le hice un guiño y le dije muy bajito- susss ¡no le digas nada!
A. Cris
Cuentos de camelias y otros relatos creados por A.Cris
2 comentarios:
Fermosa historia. E que guapa está a maceira cos seus olliños e todo. :)
Eu xa sentín un par de bisbeos algunha vez nesa horta. Agora xa sei de onde proceden.
Mui boa historia. Este ano a meceira vaiche dar máis mazáns ca nunca.
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