lunes, 21 de diciembre de 2009

Simbiosis

Camelia Sasanqua
Queremos desearos a todos unas felices fiestas. Juntos creciendo un año más en esta gran familia cibernética capaces siendo extraños de compartir y sentirnos bien como la camelia y la araña.
Foto realizada por abuela Cris

domingo, 6 de diciembre de 2009

El país del agua - O país da auga

Mis relatos no son preferentemente para gente adulta pero pueden ser válidos para contarlos.
Érase una vez, el país del agua, en ese lugar no existían los niños. Todos sus habitantes eran hombres y mujeres muy ancianos. Un día como de costumbre, empezó a llover y como la lluvia estaba muy cansada, lo hizo muy despacito, como era tan suave, los abuelos del lugar no podían oír el sonido del agua al caer sobre las hojas de los árboles. Parece ser que aquel día uno de los abuelos más viejos enfadado salio y grito a la lluvia.
- ¿Donde esta toda tu fuerza que los más ancianos no podemos oírte?-

Entonces la lluvia, abrió la puerta de una nube muy negra y empezaron a caer unas gotas tan grandes, que al caer sobre los árboles hacían un ruido enorme.
Relajados con el sonido del agua, los ancianos se quedaron dormidos y la lluvia siguió cayendo con mucha fuerza horas y horas, días y días. Mientras, los ancianos hechizados por el sonido del agua dormían sin poder despertarse.
Pero un día la nube se quedó seca y paro de llover. Al cesar el sonido del agua todos los ancianos se despertaron. Poco a poco empezaron a vestirse y como tenían mucha hambre se pusieron a preparar el desayuno pero en sus despensas no había nada, alguien se había comido todas sus galletas la leche y el chocolate.
Como no encontraban ninguna explicación al suceso, decidieron organizarse y buscar pistas. Lo mejor seria salir en grupo, su edad no le permitía muchas valentías.
Después de un buen rato caminando empezaron a sentir unos sonidos extraños además sentían mucha humedad como si estuvieran rodeados de mucha agua incluso salada. Siguieron caminando por un bosque y cada vez los sonidos eran más claros, tanto que pronto se dieron cuenta que eran risas. Eran las risas de tres niños hermosos y fuertes.
Los ancianos no daban crédito a lo que estaban viendo, ya casi nadie recordaba como eran los niños y estos eran tan especiales…
Entonces unos de los ancianos preguntó
¿Cómo os llamáis y quien es vuestra madre?
El niño mayor dijo- mi nombre es Mar, mi hermano el mediano se llama Río y el más pequeño lo llamamos Lago y el nombre de mi madre ya lo conocéis, ella se llama Agua.

O país da auga

Érase unha vez, o país da auga, nese lugar non existían os nenos. Todos os seus habitantes eran homes e mulleres moi anciáns. Un dia, como de costume, empezou a chover e como a choiva estaba moi cansada, fíxoo moi despacito, como era tan suave, os avós do lugar non podían escoitar o son da auga ao caer sobre as follas das árbores.
Parece ser que aquel dia, un dos avós máis vellos enfadado saíu e berrou á choiva
Onde esta toda a túa forza que os máis anciáns non podemos oírche?
Entón a choiva, abriu a porta dunha nube moi negra e empezaron a caer unhas pingas tan grandes que ao caer sobre as árbores facían un ruído enorme. - Relaxados co son da auga os anciáns quedaron durmidos e a choiva seguiu caendo con moita forza horas e horas, días e días. Mentres, os anciáns enfeitizados polo son da auga durmían sen poder espertarse. - Pero un día a nube, quedou seca e parou de chover. Ao cesar o son da auga, todos os anciáns espertáronse. Aos poucos empezaron a vestirse e como tiñan moita fame puxéronse a preparar o almorzo pero nas súas despensas non había nada, alguén comera todas as súas galletas o leite e o chocolate. - Como non atopaban ningunha explicación ao suceso, decidiron organizarse e buscar pistas. O mellor seria saír en grupo, a súa idade non lle permitía moitas valentías. - Logo dun bo intre camiñando empezaron a sentir uns sons estraños ademais sentían moita humidade coma se estivesen rodeados de moita auga ata salgada. Seguiron camiñando por un bosque e cada vez os sons eran máis claros, tanto que pronto se deron conta que eran risas. Eran as risas de tres nenos fermosos e fortes. - Os anciáns non daban crédito ao que estaban vendo, xa case ninguén lembraba como eran os nenos e estes eran tan especiais… - Entón uns dos anciáns preguntou - Como vos chamades e quen é a vosa nai? - O neno maior dixo- o meu nome é Mar, o meu irmán o mediano chámase Río e o máis pequeno chamámolo Lago e o nome da miña nai xa o coñecedes, ela chámase Auga.

Cuentos de camelias y otros relatos creados por abuela Cris

Fotos realizadas por abuela Cris

jueves, 3 de diciembre de 2009

Carta de Iago


Hace diez años mis abuelos lo ignoraban todo sobre el autismo. Entre mi segundo y tercer año de vida esa palabra empezó a formar parte de mi vida, estaban tan despistados que no sabían muy bien por donde empezar pero el sentido común los llevo por buen camino. Una de las primeras cosas que experimente con ellos fue el sentido del tacto y el olfato, por las mañanas tocábamos las hojas de las camelias y aprendí a diferenciar su textura, sus bordes unos aserrados y otros lisos, tocaba experimentando también las gotas de lluvia o rocío y el olor de las rosas y de la fruta. En casa de mis abuelos tengo perros, gatos y gallinas, al principio me asustaban un poco pero pronto me di cuenta que me entendía muy bien con ellos y descubrí que eran muy divertidos y buenos amigos. Ellos como yo no disfrutan del don de la palabra y eso me beneficia, solo con mirarnos nos entendemos. La mirada es muy importante para mi puedo presumir de ser el primero que ve el más mínimo detalle siempre se donde están todas las cosas y tengo mucha memoria. Lo único que se me da un poco mal es la palabra, yo me esfuerzo todo lo que puedo y ya consigo unir tres palabras.
Un día mi madre decidió hacerme un blog para que todos pudieran expresar en él algo en mi nombre. Pronto descubrimos otras familias con las mismas inquietudes, todos aportaban sus experiencias, sus ideas, y la cosa fue creciendo como una bola de nieve. Mis abuelos y yo descubrimos las ventajas de los pictogramas y del lenguaje de signos y mamá no paraba de encontrar cosas interesantes para mi educación. Todos juntos formamos hoy una gran familia, tan grande que cuando a mamá se le ocurrió participar en el concurso de cortos “Yo también tengo derechos” jamás pensó que yo lograría ser el más votado (3231 votos) Por este motivo mis abuelos y yo queremos dar las gracias a todos y ahora con motivo del premio también a los medios de comunicación.
Estos últimos días con la visita al cole de la radio y la TV lo estoy pasando muy bien me encanta que me vean me escuchen y me hablen
Un beso para mi madre y las otras madres coraje cual mosqueteras que con sus blogs logran que otros padres o abuelos tengan toda la información posible y puedan ver los avances que se pueden ir logrando en un niño como yo que no quiere ser invisible.
Besos para todos. En especial uno muy grande para mi hermano Diego que mañana cumple cinco años.
IAGO

martes, 1 de diciembre de 2009

Iago, el niño que no quiere ser invisible


Hoy el Faro de Vigo, nos regala una contraportada comentando el vídeo de Iago como ganador de concurso nacional “Yo también tengo derechos”
Queremos felicitar y dar las gracias a este medio de comunicación por el magnifico reportaje que recoge todas las inquietudes de Iago y su familia
Abuelos Cris y Toño