Foto realizada por A.cris
Las piernas le temblaban mientras se acercaba al portal, un mes no era mucho tiempo pero se le había hecho interminable. La llave giró en la cerradura y el portal se abrió lentamente invitándola a pasar. Dos azaleas blancas y dos rojas en torno al estanque hicieron las veces de anfitrionas regalándole un hermoso espectáculo visual. La magnolia ahora ya sin flores pasaba totalmente desapercibida, sus hojas verde aceitunadas se confundían con las de las camelias. Cerró el portal y comenzó a caminar en dirección a la casa, la hora era perfecta calculada con intención, las ramas de la magnolia suavizadas por las hojas, no produjeron esta vez, ningún desasosiego a Inés. Con decisión llego a la puerta y esta vez llamó.
¡Hola! Saludó la señora mientras le abría “su aspecto era mucho mejor parecía más animada” ¿ya has visto las azaleas? –son preciosas señora me entusiasma su jardín, me gusta mucho ver como cambia según la temporada – ¡no es un jardín! es una huerta- afirmó- bueno tiene algunos toques, pongamos que es un jardín rustico –sea lo que sea me encanta – respondió Inés – pasa, charlaremos un poco –se hizo un pequeño silencio y justo al cerrar la puerta, sonaron las campanadas de reloj en la torre del ayuntamiento, tan, tan, tan… – ¡Dios mió – exclamo la señora! – las seis de la tarde, ahora no podrás salir, ¿por que viniste tan tarde? Inés mintiendo con descaro respondió no puede ser ¿ya es la hora? Bueno ahora ya no tiene arreglo pasaras la noche con nosotros- ¿nosotros? –Pregunto – mi nieto me
hace compañía, es un buen muchacho, algo tímido pero ahora tiene muy buena conversación – ¿ahora? -Volvió a preguntar – sí por una extraña enfermedad, no pudo hablar hasta que cumplió los quince años, pero todo eso ya pasó.
As pernas tremíanlle mentres se achegaba ao portal, un mes non era moito tempo pero se lle había feito interminable. A chave virou na fechadura e o portal abriuse lentamente invitándoa a pasar. Dous azaleas brancas e dúas vermellas en torno ao estanque fixeron as veces de anfitrioas regalándolle un fermoso espectáculo visual. A magnolia agora xa sen flores pasaba totalmente desapercibida, as súas follas verde aceitunadas confundíanse coas das camelias. Pechou o portal e comezou a camiñar en dirección á casa, a hora era perfecta calculada con intención, as ramas da magnolia suavizadas polas follas, non produciron esta vez, ningún desasosego a Inés. Con decisión chego á porta e esta vez chamou. ¡Ola! Saudou a señora mentres lle abría “o seu aspecto era moito mellor parecía máis animada” xa viches as azaleas? son preciosas señora entusiásmame o seu xardín, gústame moito ver como cambia segun a tempada -¡non é un xardín! é unha horta- afirmou- bo ten algúns toques, poñamos que é un xardín rustico - sexa o que sexa encántame - respondeu Inés - pasa, charlaremos un pouco -fíxose un pequeno silencio e xusto ao pechar a porta, soaron as badaladas do reloxo na torre do concello, tan, tan, tan… ¡Deus meu! - exclamou a señora- as seis da tarde, agora non poderás saír, por que viñeches tan tarde? - Inés mentindo con descaro respondeu - non pode ser, xa é a hora? - Bo agora xa non ten arranxo pasaras a noite connosco- nós? -Preguntou - o meu neto faime compañía, é un bo raparigo, algo tímido pero agora ten moi boa conversación - agora? -Volveu preguntar - sí por unha estraña enfermidade, non puido falar ata que cumpriu os quince anos, pero todo iso xa pasou.
Cuentos de camelias y otros relatos creados por A.Cris
1 comentario:
Muy bonita historia, está muy bien descritos el lugar y la situación, muy bonita. saludos.
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