sábado, 21 de enero de 2012

La camelia triste


Había una vez una joven y hermosa camelia… bueno lo de joven ya es sabido, puesto que las camelias nunca envejecen porque tienen el don de nacer una y otra vez todos los años. Pues bien, nuestra amiga, presumía incluso con cierta soberbia de ser una de las magnificas. Lucia porte y colores poco inusuales y entre hermosas hojas verdes, sus pétalos blancos manchados de caprichosos tonos rojos la hacían luminosa, perfecta, única. Su vida transcurría uno y otro año cosechando éxitos y acomodándose en esta perfección que la vida le había regalado, era feliz.
Pero un año en su nacimiento se produjo un cambio inesperado, un cambio tan brusco que le produjo una enorme tristeza. Su color era ahora completamente blanco, un blanco plano sin matices. Ella seguía siendo perfecta en su composición con sus pétalos bien formados pero la tristeza que la invadía la hacían cada vez más opaca.
En medio de aquella situación tan injusta para ella no lograba ver una salida animosa, necesitaba encontrar algo que le ayudara, tenía que haber algo bueno en todo este infortunio, algo que ella presentía que estaba a punto de producirse…
… y entonces llegó un amigo diminuto, un amigo tan pequeño que pudo acomodarse poco a poco entre sus pétalos mientras conversaba con ella. Hablaron mucho tiempo de aquel cambio inesperado que la había sumido en una profunda tristeza y aquel amigo, le hablo de la gran belleza que podía esconderse en su nueva situación.
Aquél diminuto amigo, aquel diminuto rayo de sol de un atardecer cualquiera logró que la camelia encontrara nuevos e importantes matices de colores en su vida y se sintiera otra vez única y más fuerte que nunca.


La camelia triste
- Cuentos de camelias y otros relatos creados por abuela Cris -

Camelia Japonica - Foto de abuela Cris

2 comentarios:

Elvira Carvalho dijo...

Que bonita história Cris. E que bom saber que tudo vai calmo. Que Deus vos proteja e vos conduza a bom porto.
Um abraço

Peke dijo...

Preciosa historia.